(Recibido 15/12/17)
Vivimos en un mundo en el que todos los aspectos de nuestras vidas están
rodeados por el sistema tecnológico. Las relaciones sociales que se
logran a través de computadoras y teléfonos móviles están lejos de la
vida real. Todas y cada una de ellas son monitoreadas diariamente en
cada rincón de la ciudad por cámaras, ubicadas a través de la señal
emitida por teléfonos móviles, archivados a través de huellas dactilares
y muestras de ADN. Este diseño busca convertir a cada persona en un
número registrado en una base de datos para ser un peón predecible y
seguro del podrido.
Nuestro objetivo es un mundo de individuos rebeldes que toman la vida en
sus propias manos, dándose cuenta del deseo de rebelión y libertad.
Así que volvimos a atacar la compañía de telecomunicaciones (OTE),
continuando nuestro propio plan anti-tecnología.
El 14 de diciembre, al amanecer, colocamos un dispositivo incendiario en
el sistema de antenas de OTE en Sheikh Sou.
Vemos la solidaridad como un arma que tiene la cabeza puesta en el
capital y el estado, y es por eso que estamos respondiendo a los ataques
represivos de los estados contra los anarquistas que atacan los
objetivos de poder.
Solidaridad con el anarquista Salvatore Vespertino, que fue encarcelado
el 3 de agosto de 2017 en Florencia, y está acusado de haber bombardeado
una librería fascista con pruebas de identificación de material
genético.
Solidaridad con el anarquista Dino Yatzoglou que fue arrestado en la
mañana del 28 de octubre en Atenas y acusado de paquetes explosivos.
Muerte al estado.
Para un diciembre negro, por la anarquía.
Núcleo anarquista “Destrucción de lo existente”.